28.9.11

Si ella se va...


-He conocido a otro.

-Me alegro, te lo mereces.

De repente te ves a ti mismo mintiéndole por primera vez, recordando aquello que decía Ismael en aquella canción, soltando ese tipo de mentira para que ella no se preocupe que ya has soltado varias veces en tu vida en diferentes ocasiones, creyendo que así ella es feliz, cuando en realidad ella lo que quiere escuchar es un “quédate conmigo, mi amor” o “no te marches nunca o me muero”, pero tú vuelves a ser ese chico bueno, que nunca falla y al que siempre fallan, diciendo lo que supones que tienes que decir y dejándole el camino libre al subnormal de su nuevo novio que no se merece ni uno de los dientes de su sonrisa pero que las tendrá todas, mientras tú la recuerdas con la papelera llena y la botella vacía, la cama medio vacía y el cenicero medio lleno, escribiendo líneas encima del lavabo y esnifando líneas encima del váter, con sus fotos de fondo y vuestra canción sonando. 


Y otra vez volviendo a tener que olvidar, a buscar otro clavo que saque ese clavo y deje otro agujero, a odiarla para evitar quererla, a despertar llorando porque tu subconsciente la ha vuelto a meter en tus noches o a mentirte insultándola para ocultar lo maravillosa que era y así pensar que la pérdida es menor. Ya has hecho eso otras veces y no ha llevado a ninguna parte.

Por eso contigo voy a ser egoísta, voy a hacer que te preocupes, que te sientas mal y que llores por joderme, voy a decir lo que se supone que no debo decir; que ese nuevo novio tuyo es un gilipollas que no sabrá hacerte feliz, que te quedes, mi amor, que si te marchas me muero, que no quiero inventarme una vida sin ti y que si aun asi decides irte “…que no sea muy lejos ni por mucho tiempo”, por favor.

Inspiración por escuchar esto a las seis de la mañana.