22.3.12

Rojo.

Todavía es Domingo. Todavía era Invierno. La escala de grises cada vez más cerca del negro y el agua cada vez más rosa, sumergido en aquella bañera, enterrado en vida bajo cuatro centímetros de agua, sus lunares controlando las mareas y los latidos haciendo rebosar el agua. Sístole, bajamar, diástole, tsunami. Oye discutir a los vecinos por las goteras, el rojo se espesa a su alrededor y en el te odio escrito en el espejo del baño. Oye su propio eco, preguntando que qué hace y a su consciencia muriendo en lo que dura una canción del Cheb, se va reencarnando en ausencia y desde allí oye a alguien intentando abrir la puerta, aporreando y rascando la puerta con uñas rojas. Oye un "no" y oye un "por qué" pero ya no puede responder con palabras. Abre la boca, sonríe y sale una burbuja. Parece que por fin ha encontrado el pinchazo.

18.3.12

Dioptrías.

Ella se pone sus gafas y lo ve todo. Ve futuro, ve arrugas en él y sus sábanas, ve despertares bajo ellas y veranos sin necesitarlas, ve tartas de cumpleaños con velas cambiantes, caras extrañas al abrir regalos y cumpleaños felices desafinados por tenerlos menos ensayados que las nanas. Ve aquí, ve allá, ve relojes que se derriten en la carretera, salta en los charcos, deforma reflejos y rompe las luces que tiemblan en ellos, pasando por encima con su recién estrenado carnet de imaginar. Ve a sus futuros hijos, se ve valiente, se deja caer hacia atrás, sabiendo que él estará para cogerle o para enseñarle que el suelo tampoco es tan duro, que incluso dormirá en él bastantes noches, en ambos ellos. Salpican los charcos. Tararea la música que sonará el día que no se casen. Vuelve a sus seis años y está balanceándose en su pupitre, dejándole chuletas a sus niños debajo de la pata de la mesa para que no cojee. Sopla las velas. Apretón de manos. Es verano, está en la playa, se refleja en sus gafas, aparta granos de arena de su entre pierna. Aletea sus pestañas. Forma un tornado que hace temblar los charcos y a ella aquel día esperando al bus antes de conocerle. Pide un deseo con la que cae en su dedo. Se besan. Susurra el deseo. Se escapa la pestaña. Se besan. Primavera y allí sigue. Aspira humo y expira nubes, se desinfla, resopla y sigue. Ve, ve, ve, ve. Ve todo, porque ella es valiente con sus gafas, pero a veces se las quita y pasa miedo. Pasamos miedo, que suena mejor.

Such a heavenly way to die 

7.3.12

Huída 9 Toma 1.

Rodando. 

La ves. La conoces. Idealizas. Te presentas. La oyes. Tiene la voz más aguda de lo que pensabas, pero está bien. Sonríe. Dientes bonitos pero no perfectos. Pelo corto. Uñas mal pintadas. Idealizas. Habláis. Habláis. Habláis. Solo piensas en hablar con ella. Las expectativas siguen altas. Además escribe. Joder. No lo hace mal. Joder. La lees. La relees. En su último texto habla sobre algo nuevo. Buscas tu nombre entre las líneas. Te encuentras. Te lo niegas. ¿Por qué iba a escribir sobre mí? No seas egocéntrico, va. Pero sí, era sobre mí. Escribes sobre ella. Más obviamente que ella, para que lo sepa seguro. Joder, que obvio te ha quedado. Seguro que lo lee y huye. Lo lee. No huye. Dice que le gusta. Habláis. Ya te imaginas todo el futuro. Casarse no, pero hijos... tengo que pensar nombres. Marta y Eloy. No, qué feos. Bueno da igual, ya decidirá ella si eso. Le cuentas algo sobre tu anterior chica, para ver cómo reacciona. Dice que ojalá os vuelva a ir bien, que dónde hubo fuego siempre queda nosequé. Mierda. Me quiere cómo amigo. Está siendo falsa. Falsa que eres, joder. Por lo menos arquea una ceja o muestra algún tic de celos, yo que sé. Serás zorra. Ojalá tuviese celos, pero no. Pasa de mí, le importa una mierda a quién me follo. Bueno, la veré como amiga. No pasa nada. Pero ¿para qué cojones quiero más amigas? Pasa un tiempo. Pasas de ella un tiempo. Te busca. Te busca. Recuerdas ciertas cosas. ¿Y si estaba siendo falsa? Quedáis. Hay tensión. De la buena. Le entras. Hace la cobra. Ni te enteras. Menos mal. ¿Película? Va. Tumbados. Se abraza. Te mueves. Se acerca. Te mueves. La aprietas. Te giras. Se gira. Beso. Beso. Beso. No dices te quiero para no asustarla, pero joder, la quieres. De la mano. Caras de tontos. Besos por la ciudad. La ciudad parece París. Viva París. Llamadas que duran toda la noche con te quieros que se caen de la boca. Se hacen cortas. Ñoñeo. Ni te reconoces a ti mismo. Regalitos. Amor puro. Mariposas en el estomago. Despertar y dormir pensando en ella. Pero nada serio eh. Está claro por las dos partes. Clarísimo. Esta vez quizá no haya que huir. Todo bien. Todo bien. Todo bien.

























Mal. Todo mal. Fatal. Demasiada calma. Me aburro. Me aburres. Aparecen los primeros defectos. Recuerdas por qué huiste otras veces. A la mierda las expectativas. Quiero quedar. No, hoy no me apetece. Ah, muy bien eh. Parece que haya que hacer las cosas por obligación, coño. No, si no quieres, pues nada. Vale. Te cansas. Por qué no me llamaste ayer. No me agobies, anda. Quiere tener algo más. Pregunta que hacia dónde va todo esto. Hacia mal sitio si sigues así. No es como la idealizaste. Intentas cambiarla. No cambia. Intenta cambiarte. ¿Qué coño intenta? No voy a cambiar por ella. Llamadas de 5 minutos con te quiero automático al final. Se hacen eternas. Hay tensión. De la mala. Celos irracionales. Putos celos. Ojalá no hubiese celos. Discusión. Te grita con su mierda de voz aguda. Gilipollas. Puta. Imbécil. Zorra. Vete con tus amiguitas. Reconciliación. Polvo de. Unos días bien. Más discusión. Drama. Discusión por toda la ciudad. Peleas en baños. Droga. Borracheras. Gritos. Reproches. Cada uno por su lado. Conoces a otra mientras. Volvéis. Nota algo. Celos con razón. Putos celos. Déjame en paz. ¿Qué te tiene que importar a ti a quién me follo? Mierda de París. Piensas en la otra.  Sueñas con la otra. Idealizas a la otra. Piensas en la otra cuándo estás con ella. Las comparas. Comparaciones. Odiosas. Inevitables. Ella se convierte en la otra. Escribes sobre la nueva. Qué tiene ella que no tenga yo. Todo. Te lías con la otra. Total no tienes nada serio. Si lo tienes, coño. Se entera. Lo siento. Joder. Lo siento. No pretendía hacerte daño. Te quiero pero. No te merezco. No eres tú. Pero yo te quiero. No lo hagas más difícil. Huida. Te echo de menos. Adiós.

4.3.12

Marzo.

Insomnio se ha ido pero seguimos despiertos. Las iniciales se entrelazan en las cicatrices del antebrazo, la bañera medio llena de rojo desde aquel catorce, se refleja en mi cara como un Narciso en viceversa asustado de su reflejo, buscando en el fondo una razón para seguir mirando. Flotan botellas medio vacías con mensajes mezclados, en blanco y en color, de una y otra. Expectativa y Decepción o Soledad y Compañía, todas se han ido y solo queda Decisión, que esta noche quiere ponerse encima y por una vez ser ella la que me tome a mí, aunque yo nunca le deje y acabe follando con Sherezade, aumentando la lista de cosas que hacer para alargar la última noche, escuchando solamente susurros entre el ruido, a ritmo de empatía, echando a Prudencia de la cama, bailando tangos hasta el fin del mundo. De nuestro mundo. O hasta Abril.