21.10.11

Disorder.

14 de Octubre de 2011.

Amanece en la ciudad y el termómetro marca expectativas bajo cero. El mar sigue saludando a la arena con agresividad y faltas de ortografía mientras el horizonte de un disléxico embiste a la noche para que deje paso al día. Dos enamorados escuchan Joy Division en la playa cerrando los ojos al besarse porque saben que en cualquier momento llegará el golpe, pidiendo un deseo a una estrella que se suicida delante de ellos cansada de ser la única sin pareja de la constelación. A la orilla llega una botella de olvido embotellado con un mensaje que contiene las respuestas al libro de Pablo de un náufrago aburrido de navegar contra lo corriente. En el castillo de arena, una vieja princesa a la que un espejismo le había dicho que era la más guapa del reino, se desangra por el lacrimal creando un oasis mientras escribe en su diario que no había sido todo como esperaba y pinta un autorretrato usando la escala de grises y papel de víctima como lienzo. 

Un niño sale de un día más de colegio, de estudiar Conocimiento del Miedo, Histeria contemporánea y de aplicar las Matemáticas a resolver problemas, echar de menos y despejar dudas, aprendiendo de los errores de los profesores desde la última fila, encerrado en una jaula sin barrotes ni "J". Espera para cruzar a la mano de su madre, pero nunca aparece, así que tiene que cruzar solo la calle, atropellándole su padre el frutero, que desde que ella no volvió, corta las naranjas y tira una de las mitades. 
En el coche del lado, una pareja discute y ella recuerda a aquel poeta que no la dejaba dormir y le dibujaba sonrisas de ojera a ojera, mientras que el mediocre de su nuevo novio solo pinta bostezos como bocetos de aburrimiento y si no fuese por estar embarazada de la hija del poeta, el último de ellos sería con una pistola en la boca. La muerte a 9 milímetros y aquel sogadicto del cuarto piso esnifando el peso de su alma en coca, recordando aquella novia a la que no dejaba dormir y bailando su último tango en la cornisa, fallando todos los pasos de baile por no estar ella para guiarle, eligiendo la peor de las 6 millones de maneras de morir y dejando un cadáver para los gusanos que algún día serán mariposas y se meterán en el estómago de su hija mientras escucha en la playa con su enamorado el eco de Ian todavía gritando “Feeling”.

"I've been waiting for a guide to come and take me by the hand"

4.10.11

Entre cuentos y nanas.

Érase una vez un cuento sin principio, tú y yo desnudos entre la introducción y el desenlace de nuestros nudillos al despedirnos en la estación que existe entre el verano y el otoño. Entre el Sol y la caída de hojas de la libreta por falta de inspiración, entre el Sol y la caída de hojas de la margarita por agobiarla con preguntas. Mi media naranja es mecánica y está metiéndose debajo de mi noche para cambiar los llantos desgastados por sonrisas que rueden mejor, esta película con la protagonista renovada. Duérmeme niña, duérmeme ya, cambia las letras de mis nanas y la inicial entre las lineas, pinta drama en beige en los altavoces y fóllame como si me hubieses echado de menos en los diez años que pasaron en nuestra primera noche separados.


1.10.11

Historia de una seducción.

El escritor camaleón en blanco ante el folio, como el tímido incómodo ante la mirada en silencio de la chica a la que quiere. La escritura es una estrecha veterana, cansada de falsos seductores con los mismos temas de conversación y que caen en la rutina de la rima consonante, con los que como mucho tendrá una historia de una noche, en la que quedará insatisfecha y los olvidará al instante.

¿Que esperabas de alguien que ha follado con Carver, desayunado con Jorge y conversado con Cortázar? 

Incluso ellos tuvieron gatillazos de mil noches y meses y estaciones en las que ella no llamaba, no por egoísta sino por caprichosa y por su continua manía de hacerse esperar. 


Cuando esto pasa, lo único que queda es leer conquistas de otros, ponerla celosa con las musas, alimentarse de vivencias y esperar a que vuelva, con la tranquilidad de que tiene debilidad por visitar a los jodidos y a los tristes, sorprendiéndoles en cualquier rincón, sin avisar, por lo que has de tener siempre preparada una cama de papel y un bolígrafo en erección, sabiendo que el climax llegará cuando intentando seducirla, te emociones a ti mismo y os corráis juntos, a la vez, mientras lloras escribiendo.