Ella era París, ella fue Valencia, ella es Coruña, ella era la mano apretada por la calle, ella era la que mataba clones, ella esperaba al principio del semáforo, ella creaba los sueños, ella era el sueño, ella me despertó. Ella era Summer, Celine, Adele, A. y Sophie. Ella era cómplice, ella era crimen. Ella me enseñó a escribir, ella me enseñó cómo escribir, ella quería aprender a escribir, ella quería verme escribir. Ella era nube, ella era Sol, ella era tormenta, ella es calma. Ella me habló del síndrome, ella cambió el nombre al síndrome. Ella huyó, ella quiso huir, ella se arrepintió de haber huído, ella me preguntó por qué huí. Ella me quiere en distintos tiempos verbales. Ella reventó el polígrafo, ella fue salvada, ella me salvó. Ella se enamoró, ella me enamoró en un día, ella no quiso enamorarme, ella me enamora cada día. Ellas tenian y tienen ojeras Ella puso punto final, ella puso punto y se apartó, ella pone puntos suspensivos. Ellas inspiraron y suspiraron. Ellas hicieron que dos palabras pasasen de difíciles de decir a imposibles de retener. Primavera, verano y otoño. Ellas fueron, ella es y ella será. Ellas, ellas, ellas, todo hubiera sido distinto sin ellas.
Pronombre personal. 2ª persona. Singular.
ResponderEliminarQue maravilla!
ResponderEliminarPero a tí como no te gustan los comentarios demasiado empalagosos....... no te creas lo bién que escribes siémpre,no me gusta que te pongas a tragar los pirópos que sueles oír,es mejor conformarse con una cerbeza guapo.
Despues de todo este tiempo,estoy,sígo,luego exísto.Una margarita es una flor muy símple,es más fácil saber cuantos pétalos le puedes encontrar a símple vísta,son todas iguales,con la mísma tonalidad,nada sorprendénte.Una rosa es mucho más misteriosa,no sabrás de ella hasta que la tengas un tiempo y te déje ver "cuantos petalos"tiene,su tonalidad te puede sorprender luego fácilmente.
Supongo ques sabias que me gustan más las rosas que las margaritas corazón.